El termino capellán proviene del vocablo latín “capellanes”. Se aplica a la persona que ejerce el oficio de ministrar y dar apoyo espiritual a la persona que sufre, guiándole en el cultivo de la fe en Dios y de una autoestima saludable, para afrontar la situación de crisis que está viviendo.

El vocablo capellán comenzó a utilizarse con la designación de un clérigo como ministro del monarca, el cual en lugar de atender una parroquia brindaba atención a la vida espiritual del monarca y a su Corte. Era investido de autoridad eclesiástica y poseía una capilla. R.J. Hunter

LA LEYENDA DE MARTÍN TOUR

Esta leyenda se remonta a los años 315 a 399 d.c

Cuenta la leyenda que, en una fría noche de invierno, Martín de Tours regresaba a su casa y se encontró con un mendigo, el cual estaba temblando de frío. Cuando Martín vio la condición de aquel mendigo, partió la capa en dos y dio la mitad al mendigo, quedándose el con la otra mitad.

Esa noche mientras dormía tuvo una visión: Vio que Cristo estaba usando la mitad de su capa que había entregado al mendigo. La otra mitad de la capa que había sido retenida por Martín ha sido conocida como  “capa”. La misma ha sido considerada como un objeto sagrado y conservada en una urna o relicario llamada “capella”. Esta capa ha sido objeto de veneración en la Corte de Francia. Como resultado, desde entonces, los reyes de Francia llamaron “capellanes” o “guardianes de la “capa” a los clérigos que cumplían funciones religiosas en la Corte.